Juan de Dios Peza Nació el 29 de mayo de 1852 en l a Ciudad de México y murió el 16 de marzo de 1910.

Estudió en el Colegio de San Ildefonso y luego en la Escuela Nacional de Jurisprudencia.
Comenzó a escribir poesía desde muy joven y publicó su primer libro de poemas, "Melodías", en 1874.
Fue uno de los fundadores del grupo literario "Los Hombres de la Revista Azul", junto con otros escritores como Manuel Gutiérrez Nájera y Amado Nervo.
Publicó varios libros de poesía y prosa, y colaboró en diversas revistas y periódicos de la época.
Fue nombrado miembro de la Academia Mexicana de la Lengua en 1894, ocupó la silla IX en mayo de 1908
Su poesía es conocida por su lirismo y su capacidad para evocar la belleza y la melancolía de la vida.
Es considerado uno de los poetas más importantes de la literatura mexicana del siglo XIX.
Su mejor poema: Reír llorando...
Viendo a Garrik -actor de la Inglaterra-el pueblo al aplaudirle le decía:
«Eres el más gracioso de la tierray el más feliz...»
Y el cómico reía.
Víctimas del spleen,
los altos lores,
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores
y cambiaban su spleen en carcajadas.
Una vez, ante un médico famoso,
llegóse un hombre de mirar sombrío:
«Sufro -le dijo-, un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.»
Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única ilusión, la de la muerte».
-Viajad y os distraeréis.
-¡Tanto he viajado!
-Las lecturas buscad.
-¡Tanto he leído!
-Que os ame una mujer.
-¡Si soy amado!
-¡Un título adquirid!
-¡Noble he nacido!
-¿Pobre seréis quizá?
-Tengo riquezas.
-¿De lisonjas gustáis?
-¡Tantas escucho!
-¿Que tenéis de familia?
-Mis tristezas.
-¿Vais a los cementerios?
-Mucho... mucho...
-¿De vuestra vida actual, tenéis testigos?
-Sí, mas no dejo que me impongan yugos;
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos mis verdugos.
-Me deja -agrega el médico- perplejo vuestro mal
y no debo acobardaros;
Tomad hoy por receta este consejo:
sólo viendo a Garrik, podréis curaros.
-¿A Garrik?
-Sí, a Garrik...
La más remisay austera sociedad le busca ansiosa;
todo aquél que lo ve, muere de risa:
tiene una gracia artística asombrosa.
-¿Y a mí, me hará reír?
-¡Ah!, sí, os lo juro,
él sí y nadie más que él;
mas... ¿qué os inquieta?
-Así -dijo el enfermo- no me curo;
¡Yo soy Garrik!...
Cambiadme la receta.
¡Cuántos hay que,
cansados de la vida,
enfermos de pesar,
muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!
¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora,
el alma gime cuando el rostro ríe!
Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma,
un relámpago triste: la sonrisa.
El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas.

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