Siete últimas frases de Jesucristo en la cruz

Muestra de su amor, compasión, perdón y confianza en Dios Padre.

Recordatorio de la importancia de la fe, el amor y el perdón en la vida cristiana.

“Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca: como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca. Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron, lo arrancaron de la tierra de los vivos, por los pecados de mi pueblo lo hirieron. Le dieron sepultura con los malvados y una tumba con los malhechores, aunque no había cometido crímenes ni hubo engaño en su boca… Porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los pecadores, él tomó el pecado de muchos e intercedió por los pecadores.” Isaías 52, 13-53.

1. "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:34)

Se muestra la compasión y su amor hacia sus enemigos, inclusive en el momento de su mayor sufrimiento. El Mesías pide perdón para aquellos que lo crucifican, demostrando su capacidad para amar y perdonar.

2. "En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso" (Lucas 23:43)

Es una promesa de salvación al ladrón que se arrepintió en la cruz.

El Nazareno muestra su poder para perdonar y salvar, incluso en el momento de la muerte.

3. "Mujer, he ahí a tu hijo... He ahí a tu madre" (Juan 19:26-27)

Se comprueba el cuidado de Jesús por su madre, María, y su preocupación por su bienestar después de su muerte.

Cristo le encomienda a su discípulo amado, Juan, el cuidado de su madre.

4. "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" (Mateo 27:46 y Marcos 15:34)

Expresión de la angustia y el sufrimiento del Maestro en la cruz.

Jesús cita el Salmo 22, que describe el sufrimiento del justo y la confianza en Dios.

5. "Tengo sed" (Juan 19:28)

Se demuestra la humanidad de Jesús y su sufrimiento físico en la cruz, recordatorio de su naturaleza humana.

6. "Consumado es" (Juan 19:30)

Se indica que El Salvador ha cumplido con su misión en la tierra, ha completado la obra de la redención y ha ofrecido su vida como sacrificio por la humanidad.

7. "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" (Lucas 23:46)

Evidencia de la confianza y su fe en Dios Padre, demostrando su confianza en su amor y cuidado.